24.6.13

Diario de actor 1



Hoy me miré en el espejo y vi que ciertos gestos de mi cara han incluido unas ojeras incipientes. A la vez que sentí miedo, pensé, como si fuera dos personas distintas: "que bueno para actuar". En mis ensayos estoy tratando que el "copado" de sus ojeras aparezca cuando miro cierta medida, ya quizás irreductible, de mi panza. Si no, va a ser imposible actuar. Esta "superficialidad" que comparto, por ser justamente algo que se juega en la superficie de contacto percetivo con el público, sólo siendo asumido y afirmado como condición dinámica, significado social y valor mediático, habilita a lograr algo de lo que se suele llamar "profundo". Comparto esto porque intento elaborar junto a todos mis colegas cuarentones esta oportunidad única, que nos da la caída insoslayable de cualquier variante de ideal metrosexual, para comenzar a actuar con un cuerpo que si se anima a verse puede entender al fin cual es su peculiaridad, comodidad y potencia.
Si uno no logra estar en escena como está ante los ojos de la persona que ama, solo esta actuando que actua. Me digo algo tan severo porque realmente lo veo y lo creo y porque me quiero llevar con la cabeza a hasta la puerta de la actuación por la que solo entra el propio cuerpo. 
Mi admiración profunda para los que suelen entrar y todo mi aprecio para los que lo queremos hacer incluso fracasando.

Transcripto de:
https://www.facebook.com/alejandro.catalan.735/posts/372293009537803

1 comentario:

Doris Dolly dijo...

Alejandro.... voy a taller de teatro a la Sala Lavarden.... comparto con lo que dices... al estar sobre el escenario hay que dejarse llevar por lo que sentimos, ser verdaderos, no posar para las camaritas jaj...un beso